
Vale, tengo el blog un poco olvidado, pero es lo que hay.
Tres días en Roma, no son muchos, pero dan bastante de si.
Empezamos el viaje con malas noticias, un retraso indefinido del vuelo por mal tiempo, un retraso que al final solo fue de tres horas. Pero no decayeron los ánimos, solo llegar a la ciudad eterna, fuimos por faena, el sol se puso pronto, y decidimos dar una vuelta por el centro, lo que nos permitió visitar una Fontana de Trevi, nocturna, bien iluminada y con pocos visitantes, además de visitar la piazza espagna y otros rincones que nos llamaron mucho la atención, como no, acabemos cenando en una pizzería.
El Sábado a primera hora de la mañana, directos al Coliseo, la casa de Augusto, el Foro, piazza Campidioglo, la Bocca de la veritá, la pirámide Cestia y luego perder nos por Trastevere, vale la pena, de verdad. Allí, cerca del rio, decidimos parar a comer, Papa Re, un pequeño restaurante, un poco escondido y muy casero, vaya comida nos dimos, ¡Fantástica! y con limoncello gentileza del cappo.
Por la tarde, seguimos la ruta, Piazza famese, piazza navona, el panteón, la fontana de Trevi (esta vez con la luz del día y turistas), el mausoleo de Augusto, la piazza del popolo; donde decidimos subir hasta el mirador donde el Sol y la ciudad nos regalo alguna bonita imagen.
Tres días en Roma, no son muchos, pero dan bastante de si.
Empezamos el viaje con malas noticias, un retraso indefinido del vuelo por mal tiempo, un retraso que al final solo fue de tres horas. Pero no decayeron los ánimos, solo llegar a la ciudad eterna, fuimos por faena, el sol se puso pronto, y decidimos dar una vuelta por el centro, lo que nos permitió visitar una Fontana de Trevi, nocturna, bien iluminada y con pocos visitantes, además de visitar la piazza espagna y otros rincones que nos llamaron mucho la atención, como no, acabemos cenando en una pizzería.

Por la tarde, seguimos la ruta, Piazza famese, piazza navona, el panteón, la fontana de Trevi (esta vez con la luz del día y turistas), el mausoleo de Augusto, la piazza del popolo; donde decidimos subir hasta el mirador donde el Sol y la ciudad nos regalo alguna bonita imagen.

Domingo, en metro hasta el Vaticano, una hora de cola para entrar al museo,

Ya por la tarde visita a Castel Sant Angelo, y camino al aeropuerto.
Un fin de semana autentico!!!!
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